Subscribe:

lunes, junio 04, 2007

El Principio de Equivalencia

Ya se están preparando experimentos en el espacio para poder determinar variaciones en el Principio de Equivalencia, uno de los pilares de la física.
Mayo 18, 2007: Parado sobre la Luna, en 1971, el astronauta Dave Scott, del Apolo 15, tomó un martillo en una mano y una pluma en la otra y los colocó a la altura de sus hombros. Después, mientras el mundo veía la trasmisión en vivo a través de la televisión, los soltó.
Fue una imagen inusual: la pluma no se balanceó al caer, sino que lo hizo abruptamente, tan rápido como el martillo. Sin la resistencia del aire para detener la pluma, ambos objetos llegaron al suelo lunar al mismo tiempo.
Derecha: El astronauta Dave Scott deja caer una pluma y un martillo en la Luna. [Video] [Transcripcción de la grabación]
"¡Vaya, vaya!", exclamó Scott. "El Sr. Galileo tenía razón".
Scott se refería a un famoso experiemento del siglo XVI. Según quién cuente la historia, se dice que Galileo Galilei dejó caer balas desde la parte más alta de la Torre Inclinada de Pisa o que hizo rodar las balas sobre planos inclinados en su casa. De cualquier forma, el resultado fue el mismo: Aunque las balas estaban hechas de diferentes materiales, todas llegaron al piso al mismo tiempo.
En la actualidad, a esto se lo conoce como el "Principio de Equivalencia". La gravedad acelera todos los objetos de igual manera, independientemente del valor de sus masas o de los materiales con los cuales están constituidos. A esto se lo considera una piedra angular de la física moderna.
Pero, ¿qué tal si el Principio de Equivalencia (EP, por su sigla en inglés) está equivocado?
Los experimentos de Galileo tenían una precisión de sólo el 1%, lo cual deja lugar a dudas. Desde entonces, algunos físicos escépticos han realizado experimentos para poner a prueba el EP. Los mejores límites modernos, basados, por ejemplo, en el cálculo con láser de la distancia Tierra-Luna, y destinados a medir la velocidad con la que dicho láser cae a la Tierra, muestran que el EP se mantiene dentro de un margen de unas pocas partes en un billón (1012). Esto es fantásticamente preciso; sin embargo, existe la posibilidad de que el Principio de Equivalencia pueda fallar en un nivel algo más imperceptible.
"Es una posibilidad que debemos investigar", dice el físico Clifford Will, de la Universidad de Washington, en St. Louis, Missouri. "Descubrir siquiera la más mínima diferencia de cómo actúa la gravedad en objetos de diferentes materiales tendría grandes implicancias".
De hecho, podría mostrar la primera evidencia sólida de la teoría de cuerdas. De manera elegante, la teoría de cuerdas presenta a las partículas fundamentales como diferentes tipos de vibración que pueden tener cuerdas infinitesimales, resolviendo de esta manera muchos problemas que persisten en la física moderna. Pero la teoría de cuerdas es muy controvertida, en parte porque la mayoría de sus predicciones son virtualmente imposibles de verificar con experimentos. Si no es posible poner algo a prueba, entonces no es ciencia.
El Principio de Equivalencia podría ofrecer una manera de poner a prueba la teoría de cuerdas.
"Algunas variantes de la teoría de cuerdas predicen la existencia de una fuerza muy débil que haría que la fuerza de gravedad fuera ligeramente distinta dependiendo de la composición del objeto sobre el que actuara", comenta Will. "Hallar una variación en la fuerza de gravedad para diferentes materiales no probaría inmediatamente que la teoría de cuerdas es correcta, pero proporcionaría una 'dosis' de evidencia a su favor".
Derecha: Pruebas modernas del Principio de Equivalencia. La figura está basada en un diagrama similar de un artículo de revisión de Physics World. [Más información]
Esta nueva faceta de la gravedad, si es que existe, sería tan asombrosamente débil que tratar de detectarla representa un gran reto. La gravedad en sí es una fuerza relativamente débil -es un billón de billones de billones (1036) de veces más débil que la fuerza electromagnética. Los físicos teóricos piensan que la nueva fuerza sería, al menos, 10 billones (1013) de veces más débil que la gravedad.
Así como el magnetismo actúa sobre objetos hechos de hierro pero no en aquellos de plástico, la nueva fuerza no afectaría a toda la materia de igual forma. La atracción de la fuerza variaría según el material con que esté hecho el objeto.
Por ejemplo, algunas versiones de la teoría de cuerdas sugieren que esta nueva fuerza interactuaría con la energía electromagnética del material. Dos átomos que tienen la misma masa pueden tener diferentes cantidades de energía electromagnética si, por ejemplo, uno de ellos tiene más protones, los cuales poseen carga eléctrica, mientras que el otro tiene más neutrones, que no poseen carga eléctrica. La gravedad tradicional atraería a ambos átomos de igual forma, pero si la gravedad incluye esta nueva fuerza, la atracción sobre estos dos átomos sería levemente distinta.
Hasta la fecha, ningún experimento ha detectado esta pequeña diferencia. Pero ahora tres grupos de científicos están proponiendo misiones espaciales que buscarían este efecto con una sensibilidad superior a cualquier otra que se haya registrado.
"Lo que se quiere hacer es tomar dos masas de prueba compuestas por diferentes materiales y buscar pequeñas diferencias en la velocidad a la que caen", comenta Will. "En la Tierra, un objeto solamente puede caer por un periodo muy corto antes de llegar al suelo. Pero un objeto en órbita está cayendo literalmente alrededor de la Tierra, de manera que puede caer continuamente por un largo tiempo". Las pequeñas diferencias en la atracción de la gravedad se acumularían con el tiempo, tal vez aumentando lo suficiente como para que se las pueda detectar.
Una misión de prueba, llamada Prueba Satelital del Principio de Equivalencia (STEP, por su sigla en inglés), está siendo desarrollada por la Universidad de Stanford y un grupo internacional de colaboradores. STEP sería capaz de detectar una desviación del Principio de Equivalencia de apenas una parte en un millón de billones (1018). Esto es 100.000 veces más sensible que las mejores mediciones disponibles en la actualidad.
En el diseño de STEP se usan cuatro pares de masas en lugar de solamente un par. La redundancia sirve para asegurar que cualquier diferencia detectada en la forma en que caen las masas es realmente causada por una violación del Principio de Equivalencia, y no por alguna otra perturbación o imperfección en los equipos.
"Al tratar de medir un efecto tan pequeño, es necesario eliminar tantas perturbaciones externas como sea posible", explica Will. En el diseño de STEP, las masas de prueba se ubican dentro de un gran tanque de helio líquido para aislarlas de fluctuaciones externas de temperatura y se las rodea con una armadura superconductora con el fin de protegerlas de interferencias eléctricas y magnéticas. Los microactivadores contrarrestan los efectos de arrastre atmosférico en la órbita del satélite, haciendo que la caída libre de las masas sea casi perfecta.
En este ambiente tan bien regulado, cada par de masas de prueba debe permanecer perfectamente alineado con los demás mientras caen alrededor de la Tierra —esto siempre y cuando el Principio de Equivalencia se cumpla. Pero si este nuevo componente de la gravedad realmente existe, una masa caerá a una velocidad levemente distinta de la de su compañera, de modo que el par irá perdiendo ligeramente la alineación con el paso del tiempo.
Actualmente, STEP se encuentra en fase de desarrollo. Además, investigadores franceses están desarrollando otro experimento satelital, el Microsatélite Adaptado para la Observación del Principio de Equivalencia (MICROSCOPE, por su sigla en francés), el cual planean lanzar en 2010. MICROSCOPE, tendrá dos pares de masas de prueba en lugar de cuatro y podrá detectar desviaciones del Principio de Equivalencia tan pequeñas como una parte en mil billones (1015).
El tercer experimento es el satélite italiano Galileo Galilei ("GG", su nombre corto), que trabajará de manera muy similar a STEP y a MICROSCOPE, excepto que utilizará sólo un par de masas de prueba. Para mejorar su precisión, el satélite Galileo Galilei girará alrededor de su propio eje central con una velocidad de 2 rotaciones por segundo. De esta forma, si se produjeran alteraciones en el satélite, éstas actuarán en todas direcciones de igual manera, cancelándose entre sí. El experimento debe ser capaz de lograr una sensibilidad de una parte en cien mil billones (1017).
Es difícil afirmar que alguna de estas misiones podrá detectar alguna violación del Principio de Equivalencia. Will comenta que espera que los experimentos no hallen ninguna desviación, en parte porque hallar alguna sería una gran revolución para la física moderna. La teoría de cuerdas propone un rango de predicciones acerca de qué tan fuerte sería esta nueva fuerza, entonces es posible que el efecto sea tan pequeño que no pueda ser detectado incluso con intrumentos espaciales como estos.
Aun si no se encontrará desviación alguna, esto sería de gran ayuda: descartaría ciertas variantes de la teoría de cuerdas, lo que conduciría a los físicos hacia la correcta "Teoría del Todo". Sin embargo, encontrar una desviación, por pequeña que sea, sería un gran paso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LA INDECENTE CIENCIA FÍSICA QUE NOS ENGAÑA

Según las creencias de la ciencia física oficialista en manos y dirigida por lobbys religiosos multimillonarios judíos y judeocristianos, parece ser que Newton, empíricamente formuló la teoría de la gravedad con la LGU pero no explicó el mecanismo de funcionamiento de esa gravedad, dicen que fue Einstein con su teoría de la Relatividad General, el que descubrió ese mecanismo cuando en un brote de iluminación científica, (no se sabe si divina) planteó y le fue aceptado (inexplicablemente) por esa ciencia oficialista dirigida por las iglesias judías y judeocristianas, el principio de equivalencia.

En cualquier caso, a nadie debe escandalizar a estas alturas que, estos señores no parece que fuesen genios de nada, solo tenemos que ver su verdadera historia y no otra, sino meras y simples comparsas de sus jefes religiosos del lobby que, dirigen la ciencia física oficialista que organiza desde la sombra, el conocimiento que se debe saber y conocer y el que no.

Vamos, exactamente igual, igualito que, la CIA y el Estado norteamericano son los dueños y jefes del famoso buscador Google y los recientes premios Príncipes de Asturias, cofundadores iniciales, solo meras comparsas como siempre.


¿Y saben en que consiste ese principio de equivalencia? Pues en decir que, la gravitación y la aceleración son indistinguibles, o sea, la misma cosa.

Y así tenemos una ciencia física en manos de la religión judía, que mantiene a toda costa la formulación de la Ley de Gravitación Universal, que está equivocada porque es un error, al no tener en cuenta ciertas características de la materia, como la energía interna de los átomos y moléculas de esos cuerpos y también, e igual de importante, porque no sabían por aquellos años, distinguir (ya que no sabían que era la gravitación), entre la energía gravitacional y la fuerza de atracción gravitacional, por lo que, las ecuaciones de equivalencia entre la gravedad, su fuerza de atracción y el movimiento, adolecen de un grave error, ya que no es la fuerza de atracción y por tanto la aceleración de la gravedad, proporcional a la inversa del cuadrado de la distancia, como se expone en todas las enciclopedias y libros de ciencia, que lo es la energía gravitacional, sino muy aproximadamente y solo en distancias relativamente cortas, a la inversa del cubo de esa distancia, lo que implica que esa gravedad es menor de lo que se creía, y de paso justifica mejor el echo de la ingravidez en la EEI, o la nueva medida de la presión atmosférica que no es 1.033 grcm-2 como creyó el jesuita inquisidor Torricelli, después de robarle a Galileo sus trabajos durante los tres meses últimos de su vida, que por decencia no se atrevería a publicar ya que no debería de estar seguro del vacío del extremo del tubo que podía cambiar el valor de las medidas, en el famoso experimento, sino solo 480 grcm-2, como recientemente hemos constatado y descubierto.

Pero si esto es un error garrafal, mayor error si cabe todavía, es el principio de equivalencia del señor Einstein, ese con el que se vanagloriaba de haber descubierto el funcionamiento de la gravedad (inexplicablemente), ya que existe una diferencia fundamental entendible hasta por los niños de colegio elemental, entre los dos fenómenos de la materia y de la naturaleza.

La gravedad es una resultante de la energía fundamental de las PFs y de las PEs cuando salen en una emisión de radiación de un cuerpo, e interaccionan después con los átomos y moléculas de otro. Por tanto, existe una energía gravitacional y como resultado de esta energía existe una fuerza de atracción, que se aplica en todos y cada uno de los átomos de las moléculas de todos los cuerpos, lo que hace que, las características de la gravitación sean parejeas a las características de la radiación, e incluso similares a las características de la termodinámica de los cuerpos.

Debemos decir aquí, para que se nos entienda, que dos cuerpos homogéneos exactamente iguales, no tienen atracción gravitacional entre ellos. Pero esto no lo sabían, ni Newton, ni Einstein, ni ahora lo quieren saber la ciencia física oficialista, ni el lobby religioso judío que la dirige en la sombra.

Pero existe no solo la gravitación, sino la exogravitación que aparentemente parece que expande el universo pero que en realidad, es la misma atracción gravitacional con la corteza esférica del universo de materia elemental o de PEs y de PFs, por lo que, los cuerpos cosmológicos del universo se alejan aceleradamente hacia esa corteza finita y en contracción inexorable. Pero el universo aunque lo parezca no se expande, sino todo lo contrario. El problema es saber que es el universo y donde está su confín exactamente.

En cambio, la aceleración es fruto de una energía cinética y su expresión resultante, es una fuerza que se opone al movimiento originado puntualmente por una aceleración, que todos entendemos como inercia. Es más, en una rotación, la energía cinética expresa una fuerza centrífuga que nada tiene que ver con la aceleración y menos con la gravedad.

En cualquier caso, estas fuerzas, inercial y centrífuga, se manifiestan en los cuerpos por empuje mecánico cuerpo a cuerpo por un cierto mecanismo que lleva el movimiento a la zona de contacto de otro cuerpo, como todos sabemos, y no por atracción átomo a átomo de cada molécula del cuerpo, debido a la contracción por interacción de las PEs y de su energía dinámica fundamental, como ocurre en la gravitación.

Y esto ocurre cuando el asiento del coche nos empuja si aceleramos, o cuando perdemos el equilibrio por la acción de la fuerza centrífuga en el “metro interurbano”, cuando gira al movernos los pies por donde estamos sujetos al tren. La aceleración por tanto, origina una fuerza de efecto mecánico, que nada tiene que ver con la gravedad, aunque para algunos con poco conocimiento, les pueda parecer igual, pero que en cualquier caso no deja de ser un error garrafal.

Y si esto como vemos, invalida el principio de equivalencia de la teoría de la Relatividad General y como ésta basa su existencia en ese principio, toda esa teoría relativista es un error y además es imposible.

Pero claro, como no es un error garrafal de unos pocos, ni tan siquiera de dos, sino en este caso de la ciencia física oficialista de la humanidad, pues resulta que, como ese tipo de ciencia no quiere saber nada de evolucionar, cambiar o admitir que está equivocada, porque sus jefes religiosos judíos y judeocristianos protestantes anglosajones o católicos vaticanistas, se lo impiden, ya que son enemigos de la evolución del conocimiento de la humanidad, no sea que ocurra como en el caso de Galileo y les echen por tierra el chiringuito montado con esas iglesias y sus creencias falsas e imposibles, mientras puedan, seguirán engañando a las gentes, a los ciudadanos, a los pueblos y a la humanidad, en su propio beneficio, con la colaboración de esos que se dicen científicos y funcionarios que trabajan en la ciencia pública de los distintos países incapaces de tener criterio propio, no sea que les echen a la calle, y de personajes como éstos del inicio, simples marionetas de los juegos corruptos de intereses malignos dirigidos a la censura, al dominio del prójimo y de las gentes, y al mantenimiento de prebendas indecentes, en un mundo de escasez, basadas en la corrupción, en la mentira, en la estafa metafísica y sobre todo, en el error.

Este conocimiento es producto de la nueva Física Teórica Unificada de la teoría Unificada física de Cuerdas CFD, testada ya durante más de 11 años con éxito. Pero ustedes no verán publicada esta teoría en las revistas científicas de la ciencia oficialista, ni tampoco recibirá nunca un premio, en todo caso, solo críticas, injurias e insultos, y si me apuran, un juicio sumarísimo inquisitorial como los que hicieron a Galileo, a Tesla, a Giordano Bruno y a tantos otros.

Todo esto se explica en el libro de 140 páginas a todo color “LA ENERGÍA. FUENTES DE ENERGÍA INAGOTABLES”, cuya portada se ve en el avatar, que podemos enviar contra reembolso a quien le interese.

FCO MORENO MECO
Ingeniero y Científico
mteasl@hotmail.com

Anónimo dijo...

moreno tu ignorancia es infinita o ilimitada (tú eliges)

¿como te atreves a participar en un blog de este nivel para llenarlo de falsedades y mentiras?

y todo por vendernos tu libro?