Luego de un largo viaje, el módulo Phoenix se posó cerca del polo norte marciano. Su llegada al Planeta Rojo fue tan emocionante como trascendente.
Mayo 25, 2008: La nave espacial Phoenix se posó sobre la región polar norte de Marte, el domingo, iniciando de este modo los tres meses dedicados al estudio de un sitio que fue escogido por sus buenas probabilidades de tener agua congelada al alcance del brazo robótico del módulo.
Las señales de radio recibidas a las 4:53:44 p.m., hora del Pacífico (7:53:44 p.m., hora del Este), confirmaron que el Módulo de Amartizaje Phoenix había sobrevivido al difícil descenso final y había tocado el suelo 15 minutos antes de lo previsto. La señal de radio tardó ese tiempo en viajar desde Marte hasta la Tierra a la velocidad de la luz.
Los miembros del equipo de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California, así como también los miembros del equipo de Sistemas Espaciales Lockheed Martin, en Denver; y de la Universidad de Arizona, en Tucson, vitorearon la confirmación del "amartizaje" y aguardaron ansiosamente que llegara más información a través de la sonda Phoenix durante la noche del domingo.
Entre los miembros que ocupaban el cuarto de control en el JPL se encontraba Michael Griffin, quien destacó que ésta fue la primera vez que un módulo se posó exitosamente sobre Marte sin utilizar bolsas de aire, desde que tuvo lugar la misión Viking 2 (Vikingo 2), en 1976.
"Por primera vez en 32 años, y sólo por tercera vez en la historia, un equipo del JPL se ha posado suavemente sobre Marte", dijo Griffin. "No podría estar más feliz de estar aquí, siendo testigo de este increíble logro".
Durante su vuelo de 680 millones de kilómetros (422 millones de millas) desde la Tierra hasta Marte, luego de su lanzamiento (el 4 de agosto de 2007), la sonda Phoenix dependió de la electricidad generada por sus paneles solares. El vehículo de transporte, alimentado por dichos paneles solares, se separó siete minutos antes de que el módulo de amartizaje, protegido por una cápsula, ingresara a la atmósfera marciana. Las baterías ahora proveerán electricidad para el sistema hasta que se abra el propio par de paneles solares del módulo.
"Ya ha pasado la peor parte y podemos respirar de nuevo, pero aún necesitamos saber si la sonda Phoenix ha abierto sus paneles solares y si ha comenzado a generar energía eléctrica", dice Barry Goldstein, del JPL, gerente del proyecto Phoenix. Si todo sale bien, los ingenieros conocerán el estado de los paneles solares entre las 7 y las 7:30 p.m., hora del Pacífico, mediante una transmisión de Phoenix triangulada por el orbitador Mars Odyssey (Odisea Marciana), de la NASA.
[Actualización: ¡Los paneles solares se han abierto!]
Arriba: Primeras imágenes enviadas a la Tierra desde el sitio donde se posó la nave Phoenix. Crédito de la imagen: NASA/JPL-Calech/Universidad de Arizona. [Más información]
El equipo estará también a la espera de la transmisión nocturna del domingo para confirmar que los mástiles de la cámara estereográfica y la estación de monitoreo del clima hayan alcanzado su posición vertical.
[Actualización: La cámara estereográfica y la estación de monitoreo del clima han alcanzado su posición vertical.]
"¡Qué amartizaje más emocionante! Pero el equipo espera impacientemente la próxima serie de señales que verificarán que la nave espacial se encuentra en estado saludable", dijo Peter Smith, de la Universidad de Arizona, quien es el investigador principal de la misión Phoenix. "Apenas puedo contener mi entusiasmo. Las primeras imágenes que recibimos después de que la nave se posó sobre el terreno polar marciano establecerán el escenario de nuestra misión".
Otro despliegue crítico será el primer uso del brazo robótico de 2,3 m (7,7 pies) de largo, tarea que no se intentará al menos hasta dentro de dos días. Los investigadores harán uso del brazo durante las próximas semanas para obtener y colocar muestras de suelo y de hielo en los instrumentos de laboratorio situados en la cubierta del módulo.
La señal que confirmó que la sonda Phoenix había sobrevivido al amartizaje fue triangulada mediante el satélite Mars Odyssey y fue recibida en la Tierra por la antena de la estación Goldstone, en California, que forma parte de la Cadena del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés), de la NASA.
Mayo 25, 2008: La nave espacial Phoenix se posó sobre la región polar norte de Marte, el domingo, iniciando de este modo los tres meses dedicados al estudio de un sitio que fue escogido por sus buenas probabilidades de tener agua congelada al alcance del brazo robótico del módulo.
Las señales de radio recibidas a las 4:53:44 p.m., hora del Pacífico (7:53:44 p.m., hora del Este), confirmaron que el Módulo de Amartizaje Phoenix había sobrevivido al difícil descenso final y había tocado el suelo 15 minutos antes de lo previsto. La señal de radio tardó ese tiempo en viajar desde Marte hasta la Tierra a la velocidad de la luz.
Los miembros del equipo de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California, así como también los miembros del equipo de Sistemas Espaciales Lockheed Martin, en Denver; y de la Universidad de Arizona, en Tucson, vitorearon la confirmación del "amartizaje" y aguardaron ansiosamente que llegara más información a través de la sonda Phoenix durante la noche del domingo.
Entre los miembros que ocupaban el cuarto de control en el JPL se encontraba Michael Griffin, quien destacó que ésta fue la primera vez que un módulo se posó exitosamente sobre Marte sin utilizar bolsas de aire, desde que tuvo lugar la misión Viking 2 (Vikingo 2), en 1976.
"Por primera vez en 32 años, y sólo por tercera vez en la historia, un equipo del JPL se ha posado suavemente sobre Marte", dijo Griffin. "No podría estar más feliz de estar aquí, siendo testigo de este increíble logro".
Durante su vuelo de 680 millones de kilómetros (422 millones de millas) desde la Tierra hasta Marte, luego de su lanzamiento (el 4 de agosto de 2007), la sonda Phoenix dependió de la electricidad generada por sus paneles solares. El vehículo de transporte, alimentado por dichos paneles solares, se separó siete minutos antes de que el módulo de amartizaje, protegido por una cápsula, ingresara a la atmósfera marciana. Las baterías ahora proveerán electricidad para el sistema hasta que se abra el propio par de paneles solares del módulo.
"Ya ha pasado la peor parte y podemos respirar de nuevo, pero aún necesitamos saber si la sonda Phoenix ha abierto sus paneles solares y si ha comenzado a generar energía eléctrica", dice Barry Goldstein, del JPL, gerente del proyecto Phoenix. Si todo sale bien, los ingenieros conocerán el estado de los paneles solares entre las 7 y las 7:30 p.m., hora del Pacífico, mediante una transmisión de Phoenix triangulada por el orbitador Mars Odyssey (Odisea Marciana), de la NASA.
[Actualización: ¡Los paneles solares se han abierto!]
Arriba: Primeras imágenes enviadas a la Tierra desde el sitio donde se posó la nave Phoenix. Crédito de la imagen: NASA/JPL-Calech/Universidad de Arizona. [Más información]
El equipo estará también a la espera de la transmisión nocturna del domingo para confirmar que los mástiles de la cámara estereográfica y la estación de monitoreo del clima hayan alcanzado su posición vertical.
[Actualización: La cámara estereográfica y la estación de monitoreo del clima han alcanzado su posición vertical.]
"¡Qué amartizaje más emocionante! Pero el equipo espera impacientemente la próxima serie de señales que verificarán que la nave espacial se encuentra en estado saludable", dijo Peter Smith, de la Universidad de Arizona, quien es el investigador principal de la misión Phoenix. "Apenas puedo contener mi entusiasmo. Las primeras imágenes que recibimos después de que la nave se posó sobre el terreno polar marciano establecerán el escenario de nuestra misión".
Otro despliegue crítico será el primer uso del brazo robótico de 2,3 m (7,7 pies) de largo, tarea que no se intentará al menos hasta dentro de dos días. Los investigadores harán uso del brazo durante las próximas semanas para obtener y colocar muestras de suelo y de hielo en los instrumentos de laboratorio situados en la cubierta del módulo.
La señal que confirmó que la sonda Phoenix había sobrevivido al amartizaje fue triangulada mediante el satélite Mars Odyssey y fue recibida en la Tierra por la antena de la estación Goldstone, en California, que forma parte de la Cadena del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés), de la NASA.